Semana 3

 

“Nos convertimos en aquello a lo que le ponemos atención”, si esto es verdad, ¿por qué no me he convertido en Cobos, si siempre le pongo atención?

 

Era una mañana fría y había llegado a la universidad temprano, como era costumbre. Recibí un mensaje de Sofi que decía que me había ganado porque había llegado primero al salón, pero lo que ella no sabía es que yo había llegado hace un largo rato y estaba haciendo tiempo en el carro. Me dirigí al salón 420 del increíble edificio Ad Portas y la encontré sentada muy juiciosa en las mesas de enfrente. La saludé, hablamos un rato y luego me pidió que la acompañará a la máquina. Tanto ella como Mateo, nunca desayunan. El lado bueno es que la mayoría de las veces soy yo la que, con mucho gusto ya amor, les da comida. Lo sé, ¿qué harían sin mí? Volvimos al salón y empezamos a que esperará la clase. Mateo venía tarde, algo muy inusual. Cobos inició la clase y, como de costumbre, preguntó que a quién le gustaría que le leyeran su bitácora. Sin pensarlo dos veces, alcé la mano. Hasta yo me sorprendí de haberlo hecho, fue como si mi mente se desconectará de mi cuerpo por un segundo. Ya no había vuelta atrás. Me armé de valor y una compañera empezó a leerla. Tenía lo ojos fijos en la pantalla de mi celular, no quería levantar mi mirada. Tenía miedo y de vez en cuando volteaba a mirar a Sofi. No sé por qué, pero se me hizo eterno. Las palabras eran infinitas y los párrafos aún más. Silencio. Por fin la bitácora había llegado a su fin. A pesar de que fue difícil procesar ciertas cosas, no estuvo tan mal como pensé. Al profe le gustó. Posteriormente, seguimos con la lectura de otra bitácora que me fascinó. Juliana, la chica que la había escrito, tiene un don impresionante para la escritura. Aunque al inicio creí que era una bitácora muy extensa, terminé sumergiéndome en sus palabras y conectando con cada uno de sus pensamientos. Por supuesto, al profe también le encantó. Haber tenido la oportunidad de leer la bitácora de Juli me hizo querer escribir bitácoras como esa, que estaba escrita desde el corazón. Ustedes díganme si voy bien o tengo que meterle más merequetengue. Ahora sí, volviendo a lo ocurrido la clase pasada, una vez terminada las intervenciones iniciamos la clase en forma.

Neofilia, el placer por lo nuevo. No me pregunten cómo fue que llegamos a este tema. Creo que surgió de las bitácoras, pero no estoy segura. Este término me llamó mucho la atención porque el profe mencionaba que hoy día estamos cada vez más atraídos por lo nuevo y no decantamos eso que ya vimos, no lo degustamos, no lo disfrutamos. Decidí investigar más a fondo sobre este término y descubrí que en la década de 1960, el sociólogo estadounidense Everett Rogers estudió cómo los nuevos productos afectaban el comportamiento del consumidor, clasificándolos entre aquellos que tenían una penetración temprana en sus costumbres o bien tardaban en calar entre la población. Años después el escritor de culto y psicólogo Robert Anton Wilson fue un paso más allá, prestando mucha atención a las teorías empresariales de Rogers y patentando el término "neofilia" para denominar a todas aquellas personas que sentían una gran afinidad hacia lo nuevo. Desde la necesidad de adquirir objetos nuevos como cosechar experiencias inéditas. Incluso, encontré artículos de investigación que asocian está búsqueda constante de nuevas experiencias y aventuras como uno de los mayores signos de bienestar emocional y mental. Pero eso no es todo. Aquí les va un dato bomba. La “neofilia” es heredable. Así lo explica el periodista Arthur C. Brooks en un artículo publicado en “The Atlantic”. "Un grupo de investigadores japoneses hallaron que hay una enzima mitocondrial llamada monoamino oxidasa A que neutraliza la dopamina, la serotonina y la noradrenalina, la cual es más efectiva en el cerebro de personas con más tendencia a buscar novedades y experiencias, o que tengan ese rasgo de personalidad", afirma. Es increíble, lo sé. Sin embargo, Brooks asegura que la atracción por lo nuevo aumenta hasta la edad adulta y que a partir de los 20 a los 80 años, disminuye un 17%.  Por otro lado, Brooks también menciona un libro titulado “New” escrito por la psicóloga Winifred Gallagher, en el que se alertan sobre las intensas campañas publicitarias que se llevan a cabo hoy en día diseñadas para promocionar nuevos productos que en realidad no necesitamos o que se venden bajo la apariencia de novedad. "Si bien este comportamiento nos anima a explorar y crear mientras buscamos nuevos estímulos, también nos convierte en personas insatisfechas porque ya desarrollamos una tolerancia excesiva por la novedad con una velocidad asombrosa", asegura Brooks. Ya sé, solo hable de este tema en casi toda mi bitácora, pero si les soy sincera, me llamó muchísimo la atención y quería investigar más sobre ello. Es maravilloso cómo una palabra de ocho letras puede abarcar tanto significado y a su vez “consecuencias”.  

Una vez concluida esta informativa intervención, continuemos con los demás temas vistos en clase. Cualitativo y Cuantitativo. Apenas escuché esas dos palabras se me vino a la mente el recuerdo de la clase de estadística del colegio. Me iba re mal por cierto. Lo único que recordaba era que cualitativo: no números y cuantitativo: números. Claramente, en clase de investigación social esto va más allá, y es más interesante. El profe, para hacer la clase más divertida conformó grupos y nos pidió que buscáramos 10 diferencias entre lo cualitativo y lo cuantitativo e hiciéramos una presentación. Trabajamos Sofi, Mateo y yo y debo admitir que nos quedó increíble, además de que aprendimos características nuevas de cada término. Una vez terminada la actividad, un integrante de cada grupo pasó al tablero a escribir una diferencia. Mateo como siempre se puso la 10 y pasó. Una vez todos los grupos pasaron concluimos que lo cualitativo es subjetivo y de carácter hermenéutico y lo cuantitativo es objetivo y medible. Hubo muchas características de cada uno, pero pongo solo esas para que no se aburran de leer algo que ya vieron en clase.

Finalmente la clase llegó a su fin y aunque no salí convertida en Cobos de esa clase por más que le preste atención, si me lleve muchas cosas interesantes de su conocimiento 😊

 

 

 

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